El peso del alma...

ELLA: Entre petalos de rosa busque su amor, y encontre violencia en lo que antes era una flor. Le entregue mi cuerpo... él compró mi juventud a cambio de partirme el alma en dos... dejé de esperar que el perfume de su sudor no destilara odio el alcohol, que sus golpes no dolieran...
Dime porque no he tenido alguien que cuidara de mí y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví.

EL: Ven toma mi mano y duerme yo soy la voz, de la vida y de la muerte, un hola, y un adios. Soñaras caricias sobre un lecho de calma y de luz y un perfume de tu alma con gotas de paz y de amor. Dejé de llorar... abrázame, ya todo termino, hoy la ternura peinará tu piel sobre el arcoiris... hay alguien que te espera.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer.
Que el placer duerma en tu pecho y con besos sano de tu ser, que la amrgura heche a volar, te espera otra flor sigueme.
Despidete ya, se acaba el tiempo, ve hacia la luz, no tengas miedo, él no volvera, la eterna angustia sera su condena.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se ira, y que arda en olvido el ayer.

ELLA: Dime porque no he tenido alguien que cuidara de mí y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví...

AMBOS: Deja que mime en tu boca, los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irÁ, y que arda en olvido el ayer.
Que el placer duerma en tu pecho y con besos sano de tu ser, que la amrgura heche a volar, te espera otra flor sigueme...
Te espera otra flor sigueme...
Te espera otra flor sigueme...